El 27 de agosto 1950 el cuerpo sin vida de Cesare Pavese fue encontrado en una habitación del Hotel Roma en Turín.
Sobre el escritorio, Cesare Pavese, había dejado una nota: “Perdono a todos y a todos pido perdón. ¿Está bien? No hagáis demasiados chismorreos”. Fue el dramático final de una existencia constantemente amenazada por un sentimiento de inadaptación a la vida, por la sombra del fracaso y por una necesidad de afecto desesperado y nunca satisfecho. Volviendo a recorrer las páginas del epistolario y del Oficio de vivir, el diario que Pavese mantuvo durante quince años, Lorenzo Mondo enmarca toda la obra literaria, desde las traducciones, a las novelas y las poesías, en el interior de los acontecimientos biográficos. Una agenda secreta hallada por el mismo Mondo entre las cartas dejadas por Pavese, ofrece la oportunidad de poner nuevamente en discusión la ambigua relación que el narrador y poeta tenía con el fascismo y, más en general, con el mundo de la política.
Lorenzo Mondo nació en Turín en 1931. Crítico literario y periodista, fue responsable de las páginas culturales de “La Stampa”, para luego convertirse en subdirector. Entre sus obras destacan las novelas Il paso dell’unicornio (1991) e Il messia è stanco (2000), merecedor del premio Cesare Pavese 2000.